Creatividad e imaginación, dos palabras claves en el desarrollo de nuestros niños

By Dactic Chile, 26 abril, 2016

Uno de los tesoros más preciados de la niñez es la imaginación. Incentivar el desarrollo de la creatividad es fundamental en la formación de la personalidad y de la capacidad de expresarse, de elaborar un pensamiento más abstracto y para resolver problemas en sus relaciones con los demás.

 

La creatividad se puede entender como un proceso y también un signo de la personalidad, pero su principal definición es que está relacionada con la generación de ideas que sean relativamente nuevas, apropiadas y de alta calidad. En otras palabras, es cuando producimos respuestas nuevas y originales ante cualquier tipo de dilema en todos los ámbitos de la humanidad, lo que no quiere decir que sea algo fácil y, por ello, supone adiestramiento y perfeccionamiento, ya que es «un algo» con que todos contamos en distintas proporciones.

Desde los primeros días de vida

Clave es empezar a estimular cuanto antes la creatividad, porque en las primeras semanas, meses y años de vida, cada contacto, cada movimiento y cada emoción supone una gran actividad eléctrica y química en el cerebro y en la que miles de millones de neuronas se están organizando en redes que establecen entre ellas incontables sinapsis que definirán su personalidad. Por ello, es durante la etapa de educación infantil cuando se producen más cambios en los niños en todas las áreas: física, motora, cognitiva, lingüística, afectiva y social. Y, por todo esto, es recomendable empezar cuanto antes a potenciar la creatividad de nuestros hijos de la siguiente manera:

– Fundamental es jugar. A través del juego, la imaginación y las emociones de nuestros hijos fluyen y salen hacia fuera, de formas tan lindas y sencillas como pintar un dibujo en el que dinosaurios, hadas y gigantes toman vida.

– Deja de lado libros y manuales a seguir, sólo relájate y pasa tiempo de calidad con tu hijo/a.

– Ponte a su altura, jueguen juntos, imaginen cosas, improvisen, abre tu corazón y deja salir tus emociones. No hay mejor ejercicio que éste para alimentar la creatividad de nuestros niños.

– Entrégale la libertad para que desarrolle su imaginación y respeta sus tiempos de aprendizaje. Formas de conseguir esta libertad hay muchas y durante la vida cotidiana, como por ejemplo, cuando reciba un juguete nuevo, no le digas que haga, déjalo explorar y que pruebe todas las posibilidades a su alcance, seguramente te sorprenderá; sugiere situaciones poco comunes aunque suenen absurdas en rutinas diarias como el baño o recurre a la magia sencilla y con una varita darle nuevas formas de uso a sus juguetes.

 

Actividades en casa para incentivar la creatividad

En casa podemos ayudar a potenciar el desarrollo de esa creatividad con las siguientes acciones:

– Potenciar la generación de ideas personales sobre cualquier situación de la que hablemos en la mesa o viendo televisión, en medio de un juego, etc. Insistir en que todas las ideas son bienvenidas y es importante no tener miedo a equivocarse.

– Promover la libertad de expresión en casa.

– Invitarlos a que expresen ideas originales o poco comunes, distintas a las convencionales. Hablar de cosas absurdas, ya que muchas veces de ideas alocadas surgen soluciones innovadoras.

– Estimular el trabajo en equipo entre hermanos o amigos. Dos mentes piensan más que una, intercambiar razonamientos para expandir sus posibilidades. Muchas veces el punto de vista de otros enriquece el propio.

– Facilitar la experimentación de lo que están aprendiendo. Cuando lo hacen por sí mismos, son capaces de aportar nuevas propuestas porque lo están viviendo.

– Intentar poner sobre la mesa problemas reales entre todos y buscarles una posible solución. Así poco a poco aprenden a aplicar la creatividad a la vida real, lo cual les será muy útil en el futuro.

– Y por sobre todo, insistir en que todos somos potencialmente creativos y que sólo necesitan saber desarrollar y desbloquear sus cualidades.