Tablets retrasan desarrollo social

El uso de tablets y celulares afectan el desarrollo social y emocional de menores de 3 años

By Dactic Chile, 30 noviembre, 2015

Tablets retrasan desarrollo social

Tablets y celulares retrasan desarrollo de menores de 3 años.

Expertos indican que el uso de dispositivos en niños interfiere en el aprendizaje de habilidades sociales y resolución de problemas que se adquiere con el trato «uno a uno» que deben tener padres e hijos.

 

Muchos padres nos sorprendemos gratamente del ver las habilidades casi innatas que nuestros pequeños tienen manejando tablets o teléfonos móviles, sin embargo los especialistas advierten que estos aparatos no son adecuados para los menores de tres años.

En edición de enero de este año de la revista Pediatrics, Jenny Radesky, experta del Departamento de Pediatría de la U. de Boston (EE.UU.), destacó que existen diversos estudios que comprueban que el uso de tabletas y teléfonos inteligentes dañan el cerebro de los niños, e incluso, pueden afectar su desarrollo social y emocional, sobre todo cuando se usa para calmar un llanto o rabieta.

Según la experta, los niños menores de 2 años y medio no son capaces de aprender de la televisión o medios interactivos, como sí lo hacen de la vida real, aunque algunos estudios han demostrado que sí podrían ayudarles a incorporar más palabras a su lenguaje o a la comprensión de lectura, pero sólo cuando son preescolares (cuatro a cinco años) o incluso, más grandes.

Aun no se ha demostrado algún potencial beneficio de su uso antes de los tres años. Y más aun, «su uso en la infancia temprana podría entorpecer el desarrollo de las habilidades sociales como la empatía y la resolución de problemas que se obtiene normalmente mediante la exploración, el juego no estructurado y la interacción con sus pares», señaló la investigadora. Además, «estos dispositivos pueden ser también sustitutos de actividades prácticas importantes para el desarrollo de habilidades sensoriales y motoras y también las visuales-motoras, fundamentales para el aprendizaje y la aplicación de las matemáticas y la ciencia», añadió.

Otro punto importante sobre el que el estudio llamó la atención fue la forma en que los padres dan uso a sus dispositivos móviles. Estudios previos han comprobado que de 50 padres que estaban en un restorán, 40 estaban mirando sus teléfonos mientras comían y no prestaban atención a sus pequeños. algo similar ocurrió con un experimento en el que las madres ingresaban con sus hijos a una sala en la que había un teléfono celular. Más del 20% de esas mujeres prefirió tomar el celular y no jugar con sus hijos. «En este momento siguen habiendo más preguntas que respuestas cuando se trata de dispositivos móviles. Hasta que se sepa más sobre su impacto en el desarrollo del niño se debe preferir más tiempo de calidad en familia y en desconexión» para privilegiar la relación cara a cara, dice Radesky.

TAN MALOS COMO LA TELEVISIÓN

«En niños pequeños, los celulares y tabletas son tan malos como la televisión», señala el siquiatra infanto juvenil de Clínica Las Condes, Elías Arab. El experto dice que estos aparatos no están recomendados para menores de 4 o 5 años y que «no ayudan a su desarrollo».

Su uso puede generar una mala regulación emocional del niño, incluso, cuando ya haya crecido. «Si un niño está inquieto o molesto y los papás lo buscan tranquilizar pasándole un smartphone, es una pésima estrategia», dice Arab. Las emociones se desarrollan en relaciones «uno es a uno», por lo que son los papás los que deben calmarse y traspasar esa sensación a los niños, explica. Así el niño pone en práctica la autorregulación. Si no lo logra por si sólo o frente a una frustración y se calma con un elemento externo, son niños que no son capaces de regular sus emociones. «Esto los puede llevar a ser niños impulsivos y está asociado con angustia y depresión en los adolescentes«, señala el siquiatra.

Respecto de algunos juegos o aplicaciones que enseñan números o colores diseñados para niños más pequeños, Arab dice que en ningún caso reemplazan el aprendizaje que pueden tener de sus padres cuando juega con ellos y se les enseña con bloques, libros o juegos que pueden explorar de manera táctil o elementos del mundo real. «El aprendizaje que se puede generar con una tableta o el celular es marginal».

 

FUENTE: LA TERCERA

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